Ismael Chel

Ismael Chel es indígena maya de Oxcutzcab, Yucatán, México. Durante toda su juventud se dedicó a las labores del campo, en donde alimentó su sabiduría y conocimiento ancestral maya sobre el cuidado de la tierra. “Aprendí a respetar el balance existente entre la naturaleza y el hombre, como miembro propio de este enorme globo llamado planeta tierra”, dice Ismael.

En septiembre de 1999, la economía de su familia pasaba por un mal momento y decidió migrar a Estados Unidos de América, en específico a la ciudad de San Francisco, California, en donde ya lleva 22 años residiendo. Entender su nuevo entorno lo llevó a enfrentar varios retos que, naturalmente, conlleva la decisión de migrar de un país a otro. Ismael tuvo que aprender inglés como tercera lengua, ya que creció bilingüe en su natal Oxcutzcab, hablando español

y maya yucateco, su lengua materna. En este país aprendió nuevos oficios, entre ellos, ser cocinero, algo que nunca pensó que le llegaría a gustar tanto.

A los 25 años, Ismael fue diagnosticado con hipertensión. Sin embargo, por no entender la delicadeza con que se debe manejar esta enfermedad, ignoró por completo su salud y el cuidado que conlleva el tratamiento. Las consecuencias no se hicieron esperar.

Una vida desordenada, que incluía ingesta de refrescos carbonatados y otras bebidas, así como sedentarismo y el excesivo consumo de sal, azúcar y grasas saturadas, llevaron a su cuerpo a un deterioro gradual. Conforme avanzó el tiempo, su salud en general se vio afectada.

“Enfrentar mi realidad, me hizo comenzar una investigación exhaustiva bajo la visión del principio causa-efecto. Después de discernir un poco, opté por enfocarme en la causa de mis problemas y, bajo este principio, todo podría tener alguna cura a través de la misma alimentación. Mi participación en las sesiones educativas de alimentación y el asesoramiento en el cuidado de la salud, vinieron a reforzar mi entusiasmo, y así compartir mi experiencia con otros miembros de mi comunidad indígena/latinx”, afirma Ismael.

Entender que el hígado y los riñones tienen un funcionamiento relevante para el buen funcionamiento del resto del cuerpo, fue vital para Ismael. Representó tocar su propia voluntad para tener un cuidado más eficaz de sí mismo. Su día no puede empezar si no se nutre con su licuado favorito de cada mañana, pues es el alimento que le da vida, y vida en abundancia.